No vivimos en otro mundo:
Como cuando se creyó que por no tener casos de Covid-19, éramos la excepción, bueno, esto también.
Las noticias de conflictos de tierras llegan de otro lado del país, como si se tratara de algo muy lejano.
Sin embargo en el 2013, 2014, hubo conflictos de tierra en Deán Funes, al igual que en 2017, el primero en la ex vía vieja, el otro, en la Feria, sin contar el caso de denuncia municipal a la madre que vive con sus hijos en un lote municipal en el barrio, La Feria. Ni hablar de campesinos y empresarios.
Hasta acá vemos que como en otros lados de nuestro país, hay problemáticas de tierra, y las personas carentes de posibilidades de acceder a una vivienda o un terreno, cuando buscan salidas ante la ausencia de respuestas, son muy ventajistas, malacostumbradas y toda la cuestión de la propiedad, pero poco se piensa en si hay igualdad de posibilidades para todos.
Citando de nuevo los casos mencionados de nuestro pueblo, vecinas reclamaban atención al municipio en 2013/14 en la ex vía vieja y en 2017 en La Feria.
Transcurriendo ya el 2020, las tierras volvieron al estado que llevaban por muchos años de abandono y de baldío, con la diferencia de estar alambradas.Y las familias igual o peor, alquilando o compartiendo vivienda, con el plus de estar viviendo una pandemia.
En pocas palabras, personas que buscan resolver problemas se encuentran con otros problemas, El Estado municipal en este caso, sin resolver ni demostrar intentar nada, y el resto, en situación de público juzgador. Y el problema, sin resolver.
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