Se cumplen 3 años de la desaparición y posterior femicidio de Johana Ramallo, la joven que fue vista por última vez un 26 de julio de 2017 en La Plata.
Sus familiares y las organizaciones que acompañan el reclamo de justicia por la joven apuntan a una red de explotación sexual como responsable de su secuestro. A tres años, la causa judicial no tiene imputados y permanece impune.
Se abrió en un principio, una causa en la justicia provincial a cargo de la fiscal Betina Lacki quien, a pesar de que se lo repetimos una y mil veces, seguía sosteniendo que era posible que Johana se hubiera ido por voluntad propia. A fuerza de lucha, de marchas y acciones que hasta el día de hoy sostenemos, aunque hayan cambiado de formato en esta oportunidad por el marco de la pandemia, logramos que la causa pase a la justicia federal y que cambie la caratula para que sea investigada como trata para la explotación sexual. Toda la información desde el principio apuntaba a que esa era la hipótesis más adecuada y que era urgente dar con los responsables de la desaparición de Johana» , relata el documento 3 años sin Justicia por Johana Ramallo, al que sumó su adhesión, entre otras personas, Nora Cortiñas.
Se realizó un acto de manera virtual del que participaron familias, amigos, amigas y organizaciones que acompañan a Marta Ramallo, su madre, quien reiteró el reclamo de justicia: «¿Por qué la justicia ordinaria dejó sus restos durante casi un año sin mantenerlo en una morgue judicial para que nosotros podamos tener acceso a una mínima pista que nos lleve al que hizo lo que hizo con Johana? ¿Por qué hoy a tres años no hemos logrado tener ni un mínimo falso testimonio, con todo lo que venimos presentando y lo que hemos hecho?
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